jueves, 12 de julio de 2012

decálogo del ascenso Por Jesús Sala


El decálogo del ascenso (Por Jesús Sala)
18/04/2011

Extraordinario análisis de Jesús Sala detallando en clave técnica los aspectos más importantes en el éxito de su equipo. 
Un decálogo fundamental, para tener siempre en cuenta en el trabajo del entrenador a lo largo de una temporada.

Miguel Panadés

1. Construcción equipo, continuidad, fichajes claves

Sabíamos que no tendríamos un presupuesto de los más altos pero sí teníamos claro que las bases del equipo estaban asentadas, con jugadores que llevaban años en el equipo, luchando y trabajando por estar entre los mejores.
Hasta siete jugadores repitieron de la temporada anterior, aunque muchos de ellos llevaban ya varios años en el club con lo cual el reconocimiento era grande.
 Faltaba dar el salto de calidad ya que debíamos acertar con tres puestos claves, base, alero y ala-pívot titulares. 
Conseguimos incorporar tres jugadores que encajaron perfectamente con la filosofía ofensivo y de juego veloz que este año queríamos trabajar, además de que enseguida encontraron su sitio a nivel humano dentro del equipo.


2. Gran trabajo físico y un poquito de suerte

Teníamos una plantilla corta, con diez jugadores profesionales (dos de ellos, jóvenes salidos de nuestra cantera, por cierto). 
Era básica la planificación de los esfuerzos, gran trabajo de Nacho Arbués, segundo y preparador físico, que igual que los últimos años tuvo al equipo siempre a gran nivel y un año más sin ninguna lesión a nivel muscular. 
Sólo hubo un par de jugadores que se perdieron un partido en toda la temporada, tuvimos suerte de no tener ninguna lesión grave, algo que sin duda podría habernos hecho daño.


3. Roles muy claros

La pretemporada y las primeras jornadas sirvieron para tener claro todos, cuerpo técnico y jugadores, los roles que tendría cada uno y precisamente la aceptación de esos roles llevo a los jugadores a dar un rendimiento muy alto, con muchos jugadores creciendo mucho durante la temporada y prácticamente todos haciendo su mejor temporada de los últimos años.
 Evidentemente hubo situaciones estratégicas en ciertos partidos o el gran trabajo de cierto jugador durante algunas semanas, que nos llevaron a cambiar esos roles pero siempre pensando en el mejor rendimiento posible del equipo.


4. Estilo reconocido y disfrutado por los jugadores

El trabajo de instaurar un juego rápido fue sencillo, lo más importante fue evitar el exceso de revoluciones en ciertos momentos para evitar la precipitación.
 Cuando les planteas a los jugadores un juego donde quieres que corran, que disfruten, que asuman riesgos en ataque para buscar anotar con rapidez todo es mucho más fácil. 
Es un estilo de juego del que los jugadores disfrutan y enseguida conseguimos jugar bien en ataque.
 Para mí la clave está en ver que terminaremos la temporada siendo los mejores anotadores de la competición con más de 86 puntos por partido (mejor promedio de todas las ligas profesionales), pero es que además lo seremos siendo el equipo con mejor porcentaje en tiro de dos y tres puntos, lo que habla de que hemos sido capaces de tener una buena selección de tiro casi siempre y nuestro juego no se basaba en llegar y tirar sino que tenía un componente de lectura de las situaciones de ventaja muy grande.

5. Evolución

Podría ser la palabra que englobara las ideas que hemos ido cambiando durante la temporada. 
A mitad de liga quisimos dar una vuelta de tuerca, estábamos siendo un gran equipo a nivel ofensivo pero debíamos mejorar el rendimiento defensivo si queríamos optar al premio gordo. 
Fue una de las claves de pasar de ser un equipo que quería divertirse a ser un equipo que quería ganar todo.
 Esto nos llevó a un trabajo de mejora de ciertas situaciones tácticas que nos estaban costando y sobre todo a aumentar nuestro repertorio defensivo. 
Así conseguimos bajar los promedios recibidos en la segunda vuelta en casi seis puntos por partido, de 77 a 71 puntos recibidos y elevó la renta por la que ganábamos los partidos en 5 puntos de media, de 9,5 a 14,5.


6. Confianza en nuestras posibilidades

Fue evidente que el transcurso de la temporada, donde el equipo iba creciendo en su juego y a la vez iba ganando partidos estaba aumentando la autoestima de todo el mundo, se entró en una dinámica positiva que ayudaba a superar los malos momentos. 
Pero fue a raíz de ganar la Copa Adecco Plata cuando el equipo realmente creyó en sus posibilidades, ganando un partido muy complicado con un marcador adverso en el último cuarto.
 Esa victoria fue la primera de muchas que se lograron con mucho trabajo, levantando partidos muy complicados y que realmente hizo que los jugadores salieran al campo sabiéndose “ganadores”, no por sentirse mejores que nadie sino porque se creían capaces de superar cualquier dificultad.


7. Unión, sentimiento de Equipo

Siempre he pensado que el cuerpo técnico y su funcionamiento se reflejan en los jugadores. 
Nosotros, técnicos, médico, fisioterapeutas, llevamos cuatro años juntos, con una relación excepcional a nivel personal y profesional, con un respeto muy grande entre todos asumiendo cada uno en su parcela e intentando aportar siempre positivamente a los demás.

Entre los jugadores, el crecimiento en el juego iba unido a una comunión entre ellos muy grande.
 Es más sencillo cuando tienes gente que humanamente aporta y en este equipo hemos tenido gente con grandes valores. 
Algunos amigos, todos compañeros han conseguido que el ambiente de trabajo sea muy profesional en la cancha y muy ameno fuera de ella.


8. Baloncesto

Creo que fue muy importante apostar por un baloncesto donde los protagonistas principales eran los jugadores y su talento.
 En ataque siempre buscando anotar rápido pero en situaciones controladas, aprovechando la velocidad de nuestros bases y su talento para leer ventajas, la capacidad de todos nuestros exteriores de anotar en contraataques o transiciones rápidas y la evolución de nuestro interiores, algunos de ellos muy intuitivos en el juego sin balón para generar puntos para ellos y sus compañeros. 
Muy importante también fue que en todas nuestros sistemas, todos los jugadores tienen opciones para anotar ya que trabajamos mucho la lectura del juego y todos ellos tienen nivel recursos para anotar.

A nivel defensivo fuimos creciendo de una defensa individual básica que fue evolucionando con muchas variantes, hasta el uso de defensas zonales pares, impares, mutante y una defensa de ajustes que nos facilitó el jugar muchas veces con cuatro exteriores y sólo un interior aprovechando la ventaja en ataque sin sufrir en defensa.


9. La importancia del día a día

Cada minuto de cada entrenamiento tiene importancia y el equipo lo fue entendiendo, desde las primeras sesiones de pretemporada donde la carga táctica y física era grande (creo en entrenar con balón desde el primer minuto de la pretemporada) hasta las sesiones de tiro, técnica individual, todo tiene importancia. 
Hay que aprender que si no damos importancia a perder un balón o fallar un tiro en un entrenamiento, eso lo trasladamos al partido. 
Por tanto, SI es importante entrenar bien cada día, cada minuto.

Obviamente como en una familia, es imposible que durante una temporada no haya problemas o situaciones complicadas en el día a día, ya que hasta entre hermanos se discute.
 Sin embargo, entre todos desde el diálogo, conseguimos solucionar todos los problemas que fueron apareciendo y conseguimos que el objetivo común que teníamos fuera el faro que nos guiara durante nuestro camino y nuestro bastón de apoyo fuera nuestro compañero de al lado.


10. Control de la presión, sin miedo a nada

Por último, no quiero dejar de nombrar el sentimiento que tuve durante toda la temporada y una vez que nos convertimos en favoritos al ascenso directo. 
Hasta once jornadas seguidas estuvimos sabiendo que si perdíamos nos alcanzaría Mallorca, que había sido el único equipo que había logrado ganarnos en casa en toda la temporada y once jornadas seguidas conseguimos ganar, muchas de ellas sabiendo que ellos habían ganado al haber jugado antes.

Fuimos capaces de controlar el miedo a fallar, a este equipo no le afectaba, conseguimos conducir la presión y hacerla parte de nuestro trabajo y en lugar de sus un freno se convirtió en un refuerzo que nos hacía superarnos cada día. 
Y eso fue lo que hizo que a pesar de que a falta de dos meses para el final de liga ya todo el mundo hablaba de ascenso, nosotros seguimos centrados en el siguiente rival, en el siguiente partido sin dejarnos llevar por ese clima de euforia, hasta el partido final.
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