Aproximación teórica a la comprensión del
Talento Deportivo
Enviado
por Daniel Cani
Espinoza
1. Resumen
10. Bibliografía
Se
realiza la aproximación teórica a la comprensión del talento deportivo teniendo
en cuanta las posiciones de destacados teóricos del tema y se valora la
importancia del proceso de selección de
talentos, la identificación y detección de talentos deportivos, así como la
necesidad de tener en cuenta las características psicológicas del talento para
la planificación de
las influencia pedagógicas en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Ilisastigui
M (1999) plantea que en el deporte se ha
utilizado el término "selección" como una categoría propia, que
agrupa una serie de intenciones en estrecha relación con el grado de exigencia
que se requiere para la práctica de actividades físicas.
Este
planteamiento se relaciona con lo planteado por Rozin, E.I (1988), en relación
con que la selección deportiva se manifiesta en dos dimensiones fundamentales:
1.
La
orientación deportiva, general hacia cualquier deporte y
2.
la
Selección deportiva, específico hacia un deporte.
·
la
detección,
·
selección
y
·
seguimiento
de
aquellos individuos con grandes aptitudes para la práctica de un deporte en
específico que, a partir de la influencia de un bien estructurado proceso de
preparación y de su propio accionar de manera consciente, alcancen el más alto
nivel de maestría deportiva (Ilisastigui M.,1999).
La
posición de esta autora parte de la consideración de la Selección Deportiva
como proceso y como sistema, parte de un sistema mayor: el sistema de
preparación deportiva.
Según
Rozin B. (1980), "la selección deportiva es la búsqueda de individuos que son aptos
para la práctica de un deporte determinado y entre estos, de los más dotados,
talentosos y capacitados, para lograr la más alta maestría deportiva".
Por otra
parte Filin y Volkov (1983), definen que: La Selección Deportiva es un sistema
de medidas organizativo-metodológicas, que incluyen los métodos pedagógicos,
psicológicos, sociológicos y médico-biológicos de investigación sobre
la base de los cuales se detectan las capacidades de los niños,
los adolescentes y
los jóvenes para especializarse en una determinada modalidad deportiva o en
un grupo de
modalidades".
Debe
destacarse que ambas definiciones se contempla la necesidad de una selección
inicial y una profundización de la misma hacia mayores exigencias.
La autora
considera que la selección deportiva, como categoría de la Cultura Física es, ante todo,
un componente del Sistema de Preparación Deportiva, que se da como un proceso
en donde interactúan las posibilidades y condiciones de los sujetos para la
práctica deportiva, que se concreta en la detección, selección y seguimiento
del talento deportivo y se materializa como un sistema de medidas organizativas
y metodológicas, que posibilitan la determinación de las aptitudes y
capacidades de los sujetos según criterios de selección para determinada
actividad deportiva.
En este
sentido, los conceptos que se exponen a continuación revelan concepciones más
abarcadoras y esenciales a los efectos de una mayor contribución al
perfeccionamiento deportivo. Según Ilisástigui y Fleitas, (2001) la selección
deportiva, como categoría de la Cultura Física es, ante todo, un componente del
sistema de Preparación Deportiva, que se da como un proceso en donde
interactúan las posibilidades y condiciones de los sujetos para la práctica
deportiva, que se concreta en la detección, selección y seguimiento del talento
deportivo y se materializa como un sistema de medidas organizativas y
metodológicas, que posibilitan la determinación de las aptitudes y capacidades
de los sujetos según los criterios de selección para determinada actividad
deportiva.
Según
Volkov y Filin (1990): El problema de la selección de jóvenes deportistas solo
puede ser resuelto con éxito a
base de unos largos y minuciosamente preparados exámenes integrales de
los practicantes.
Un conjunto de métodos de
investigación correctamente escogidos que suponga el estudio de
los distintos aspectos de la personalidad del
deportista, mediante los métodos pedagógicos, medico-fisiológicos,
psicológicos, que permitan detectar las aptitudes deportivas de los escolares.
Contra la
idea que:
la selección del talento debe interpretarse
como el acto de escoger el individuo o
grupo de individuos más apropiados para llevar a cabo una tarea, dentro de un
contexto específico, como puede ser para incluirlo en un determinado
equipo, escuela,
academia, a partir de los niveles de desempeño que
demuestren, los expertos consideran que la selección de talentos atléticos es
un proceso continuo estrechamente relacionado con los factores de madurez
y desarrollo natural,
por lo que resulta imposible identificar el potencial atlético de un niño a
partir de una observación.
Noa,
H.(2000) en este sentido considera, que la selección no ocurre en un solo
momento, sino que va desde la fase genérica de adaptación e iniciación hasta la
de estabilización de los máximos rendimientos deportivos, no solo por el hecho
de que esté estrechamente relacionado con los factores de madurez y desarrollo
natural del individuo, sino porque la selección es un proceso que está presente
en cada una de las etapas del proceso de preparación del deportista, planteando
cada una de ellas nuevas y superiores exigencias, por lo que la
selección transcurre durante toda la vida deportiva del jugador, identificando
la existencia de aptitudes y capacidades que evidencian perspectivas para
responder con éxito a las expectativas y tendencias de cada fase y pasar a un
nivel superior de preparación y maestría deportiva.
La
comprensión que se proyecta en este autor, puede considerarse más abarcadora y
refleja la selección dentro del proceso de preparación de los deportistas y con
un carácter científico
y continuo.
Por su parte, Rozin (1980) plantea, bajo
la óptica de la
organización de la selección, que la selección deportiva
consiste en un sistema de medidas organizativas y metodológicas para detectar
los niños, adolescentes y jóvenes que reúnen los requisitos y aptitudes
necesarias para especializarse en una modalidad deportiva cualquiera.
La
selección deportiva debe comenzar a edad temprana para propiciar una base
sólida que permita en los jóvenes deportistas alcanzar elevados resultados
deportivos.
Cuando se
aborda el tema de la detección de talentos, la mayoría de los aspectos
recurrentes son aquellos que en mayor o menor medida conciernen a la
identificación, es decir al reconocimiento de las habilidades potenciales que
un sujeto manifiesta en un momento dado.
Sin embargo esta detección implica algo más
que una simple identificación como plantea Campos Granel, (1995).
Según
Rozin B. (1980), citado por Ilisastigui (1999), la selección deportiva es la
búsqueda de individuos que son aptos para la práctica de un deporte determinado
y entre estos, de los más dotados, talentosos y capacitados, para lograr la más
alta maestría deportiva.
La
detección del talento implica necesariamente una predicción, la capacidad de
predecir se basa en la premisa de que existan ciertas capacidades o atributos
fundamentales subyacentes al rendimiento requerido para determinada disciplina deportiva.
Se
decantan como fundamentales "predictores" del proceso de detección de
talentos deportivos, las características morfológicas, motoras, perceptuales,
orgánicas, psicológicas y ambientales del rendimiento.
Estos
aspectos varían su nivel de repercusión de unas a otras especialidades
deportivas.
Salmela y
Regnier (1983) y Gutiérrez, A. (1991) definen el proceso de la detección como
una operación reposando sobre una predicción a largo plazo en cuanto a las
posibilidades de que un individuo posea las características y los atributos
necesarios para alcanzar un nivel de "performance" dado en un
determinado deporte.
La
detección del talento se centra en el pronóstico de las aptitudes previsibles
para obtener altos niveles de rendimiento, a partir de la identificación de las
potencialidades y sus transformaciones.
La
captación de un talento deportivo es una de las tareas más difíciles y
comprometidas del entrenamiento de
niños.
Es
además, fundamental para el futuro de muchos deportes, de los equipos y
sus entrenadores y directivos.
En si
misma puede encerrar toda una «filosofía o política» que escapa del
propio ámbito del deporte.
En ese
sentido, es en el que la captación de talentos es difícil, comprometida y
polémica. Es difícil no porque lo sea el hecho en sí mismo de captar un
talento, quizás lo más sencillo de todo; sino porque en la actualidad no se
considera como un acto único el descubrimiento, sino como un proceso continuo a través del cual surgirá un talento.
Según
Blázquez, D (1995) consiste en comprobar a fondo si los niños seleccionados
preliminarmente corresponden a las exigencias de la especialización de la
modalidad deportiva escogida.
El hecho
de tener cualidades y propiedades especiales del individuo y un nivel elemental
de preparación permite determinar el grado de dotación deportiva de los niños y
los adolescentes, su aptitud para superarse en el deporte escogido.
La
captación, se debe producir en la formación deportiva de base, donde se
produciría la fase de iniciación deportiva específica.
En ella se tratará de crear un sentimiento de
atracción por parte del niño hacia la especialidad deportiva concreta.
Mahmud B.
(2010) plantea:…" Lo revisado sobre la captación de talentos deportivos,
lleva al punto de vista que los autores que la tratan, generalmente enfocan el proceso de la selección desde una
arista que propone un tratamiento desde lo motivacional, unido a la
identificación o detección de las capacidades que conforman el talento del
sujeto estudiado y esto da paso a su inclusión en escuelas, equipos o grupos de
práctica. Es decir; que al hablar de la selección, se enfoca hacia la
"entrada" del individuo a un tipo de entidad deportiva.
Las fases
del proceso de detección, captación, selección y perfeccionamiento del talento
deportivo quedan recogidas en la siguiente figura (López J., 1995).

Figura 1.Fases del Proceso de Detección,
Captación, Selección y Perfeccionamiento del Talento Deportivo (López
J,. 1995).
Por un
lado, esta propuesta debe llevar a identificar cuanto antes a aquellos que
presenten condiciones potencialmente positivas para llegar a obtener un alto
rendimiento deportivo en la edad adulta.
Por otro,
nos ayuda a concretar los intereses y las expectativas de un gran número de
jóvenes deportistas que, iniciados en el deporte por motivaciones externas y
expectativas de éxito, pueden llegar a abandonar el deporte si estos no llega,
pues el fracaso en la competición se relaciona con un descenso de la motivación hacia
el deporte (Malina y Cols., 1982).
Esta
situación podría evitarse si existiera una correcta orientación previa
hacia objetivos más
recreativos o hacia la participación en competencias de
menor exigencia.
Esta
diferenciación inicial entre talentos deportivos y jóvenes deportistas
"normales", optimiza el proceso de entrenamiento y formación
deportiva especifica de ambos, por cuanto a los que demuestran una buena
aptitud se les puede planificar una vida deportiva de forma ordenada y metódica
que favorecería la aceptación del nivel de sus posibilidades y de su rol en el
deporte (Galilea y Cols.,1986), y aquellos que presentan menos
aptitud deportiva se les encauzaría hacia objetivos menos competitivos,
favoreciendo igualmente a aceptación de su nivel y su desarrollo potencial. Lo
cual podría evitar la frustración y el consiguiente abandono deportivo.
Pero la
selección de talentos deportivos es una cuestión dinámica,
en constante evolución,
tanto en el establecimiento de criterios científicos que la determinen como en
la selección de pruebas fiables
que evalúen dichos criterios.
Seleccionar
individuos capacitados para un determinado deporte reduce el tiempo necesario
para aprender y desarrollarse en el deporte; ya que, se eleva la eficiencia del
proceso de entrenamiento deportivo.
Sin
embargo, la selección de talentos deportivos, también beneficia a aquellos que
no lo son, pues, de alguna manera, les permite aclarar y aceptar su nivel
deportivo real. Del mismo modo, la valoración de jóvenes deportistas a través
de determinadas pruebas permite analizar su estado de salud y aptitud para
la práctica deportiva.
Desde el
punto de vista psicológico, se hace preciso que el deporte en el niño tenga un
carácter eminentemente educativo y que los sistemas de
entrenamiento y el hecho competitivo, deben adecuarse a la mentalidad e
intereses de aquel (Galilea y Cols., 1986). En este sentido,
la especialización precoz no equivale a renunciar a otro tipo de prácticas
físicas sino al contrario: pueden complementar de forma óptima a la práctica
principal.
No
existen argumentos categóricos en contra de la especialización deportiva;
siempre y cuando esta, se apoye en criterios científicos, con respecto a un
desarrollo adecuado psicológico y biológico del niño y una adaptación del trabajo técnico
según las características e intereses de los jóvenes deportistas. (Galilea y
col., 1986).
En la
selección científica, el primer paso para llevarla a cabo es determinar los
criterios para la detección del talento.
Existen
numerosos estudios al respecto, si bien resulta difícil hablar de criterios de
selección de rendimientos en los deportes pues el principal problema es,
precisamente, que las pruebas sean "suficientemente validas", porque
faltan estudios experimentales longitudinales serios en los que se demuestran
con claridad que determinados aspectos de fácil estudio son criterios fiables
en la identificación de talentos (Gutiérrez, 1990).
Establecer
criterios científicos para la detección del talento deportivo proporciona
numerosas ventajas (Bompa 1987, citado por Soto y Andújar 2000), pues reduce el
tiempo necesario para alcanzar el alto rendimiento, ya que se seleccionan sólo
los individuos capacitados para un determinado deporte, al tiempo que la
eficiencia del entrenador aumenta, pues se dedica sólo a atletas con
capacidades superiores, favoreciendo la aplicación de métodos científicos de
entrenamiento.
Nadori
(1993) considera que la realización de la selección, presupone dos tipos de
métodos:
a) Métodos Directos: que es el resultado o
el rendimiento obtenido directamente en las pruebas que se apliquen.
b) Métodos Indirectos: es una fase
posterior y suplementaria que valora los aspectos psicológicos y la observación
que dan otras características necesarias en el deportista, como la
predisposición al rendimiento, la
personalidad, la inteligencia,
entre otros.
Según
este autor, las premisas previas, que
deben ser tenidas en cuenta a la hora de captar un talento, son las siguientes:
La edad,
las características del niño y los resultados de las competiciones.
Estas
tres premisas serán determinantes en la bondad o fiabilidad de la selección.
López
Bedoya (1995), considera que el proceso de selección se basa en aquellas
capacidades o atributos que un atleta tiene que poseer para ser considerado
como talento y que se adaptan al trabajo, tarea o a las dimensiones de
realización de un deporte concreto.
Vanek
(1979) añade que, "el deportista debe tener además una disposición para el esfuerzo
y una gran personalidad, porque para destacar en el mundo del deporte de elite
se precisa una alta capacidad intelectual." (3).
Bouchard
C., Brunell G. y Godbout P. (1973), determinan las siguientes áreas para la
detección de talentos:
·
Morfologías:
estatura, envergadura, somatotipo, peso, etc.
·
Orgánicas:
articulares, dinamométricas y de fuerza dinámica,
espirométricas, cardiorrespiratorias…
·
Motoras y
perceptúales: coordinación general,
tiempo de reacción, rapidez de movimientos segmentarios, destrezas…
·
Psicológicas:
ansiedad, personalidad y tolerancia al
dolor fundamentalmente.
·
Situacionales
y demográficas: accesos y disponibilidad de instalaciones, apoyo externo, atención médica,
etc.
Kunst y
Florescu (1971) citados por Bompa, (2002), clasifican la capacidad motora, la
capacidad psicológica y las cualidades biométricas, como los principales
factores para todos los deportes, su énfasis difiere de un deporte a otro y de
su especificidad.
Weineck
(2004), citado por Leyva R. (2006), entiende que el talento es un compuesto,
cualitativo y cuantitativamente cierto, de sistemas deconocimiento,
de actitudes,
de cualidades volitivas y psíquicas que conforman la personalidad, que se
combina con la existencia de condiciones medioambientales.
Zatsiorski
(1989) citado por Cuadro (2002), considera que "el talento deportivo se caracteriza por determinada combinación
de las capacidades motoras y psicológicas, así como de las aptitudes
morfo-fisiológicas, que crean en conjunto, la posibilidad potencial para el
logro de altos resultados deportivos en un deporte concreto".
Hahn
(1998) plantea que, los aspectos que influyen en el talento deportivo son:
1- Requisitos antropométricos, la talla,
el peso, la proporción entre el tejido muscular y grasa, centro de gravedad
corpóreo, la armonía entre las proporciones, otros.
2- Características físicas: capacidad
aeróbica y la resistencia anaerobia, velocidad de
reacción y de movimiento,
resistencia-velocidad, fuerzas estáticas y dinámicas, fuerza-resistencia,
flexibilidad, la coordinación entre los movimientos, otros.
3- Condiciones tecno-motrices: el equilibrio,
la percepción espacial
y de distancia, sensibilidad para la pelota y acústica, musicalidad,
capacidades expresivas, rítmicas y de desplazamiento, otros.
4- La capacidad de aprendizaje: entendida
como capacidades de la observación y análisis,
velocidad de aprendizaje.
5- La predisposición para el rendimiento,
diligencia en el entrenamiento, disposición para el esfuerzo corpóreo,
perseverancia, la aceptación de la frustración.
6- La dirección cognoscitiva:
la concentración, inteligencia motriz, creatividad y
capacidades tácticas.
7- Los factores afectivos: la estabilidad
psíquica, superación de la tensión, la disposición para la competición, otros
8- La condición social: la percepción de
un papel, la superación dentro de un equipo, otros.
Se hace
evidente que, en la teoría consolidada
de la selección deportiva, la consideración de criterios psicológicos que
garantizan el talento deportivo es reiterada e insoslayable.
Las
particularidades psicológicas de los deportistas, son características
determinantes del éxito deportivo; y por tanto, determinar sus niveles en los
inicios de la práctica deportiva, prediciendo su futuro desarrollo en
concordancia con las exigencias de la actividad competitiva de los diferentes
deportes, es una premisa indispensable en la eficiencia de la selección
deportiva.
Analizando
las definiciones de conceptos sobre el talento deportivo y sus etapas
entendemos que:
Detección: descubrir la presencia de
alguien o algo que no se percibe a simple vista.
Talento: inteligencia, capacidad
intelectual de una persona,
amplitud o capacidad para realizar algo. Personas que poseen algunas de estas
cualidades.
Adentrándonos
un poco más en el tema, encontramos una serie de conceptos que habitualmente se
utilizan de manera indistinta que, si bien están íntimamente relacionados,
presentan ligeros matices diferenciadores: estamos hablando de detección,
identificación y selección de talentos deportivos(López J, 1995; Mateo J
1990).
La
realidad del deporte de competición lleva a un planteamiento del entrenamiento
en la infancia que,
si no se opone a la perspectiva educativa del mismo, sí al menos está
condicionado por la búsqueda de altos rendimientos y ha generado la necesidad
de elaborar y llevar a cabo una serie de pruebas encaminadas a la detección
temprana y posterior selección de los llamados talentos deportivos, concepto que
hace referencia aquellos jóvenes deportistas que poseen cualidades potenciales
para destacar en una determinada disciplina deportiva.
Numerosos
autores se han pronunciado respecto a este tema, la especialización precoz en
el deporte y los posibles efectos y consecuencias en el joven deportista
(Galilea y Cols., 1986).
Pero, ¿qué entendemos por talento deportivo?
Literalmente, talento es el conjunto de facultades o aptitudes para una cosa;
una aptitud natural o adquirida para hacer algo. Depende de la capacidad
individual del sujeto pero también de una serie de aspectos externos e
internos, como las condiciones sociales y afectivas que la rodean o su motivación hacia
el entrenamiento.
En este sentido, el talento tiene que ser no
solo descubierto sino también estimulado y formado (López J., 1995).
En
relación al talento deportivo, Hahn (1988), lo define como la disposición por
encima de lo normal de poder y
querer realizar rendimientos elevados en el campo del deporte. Según Gaber H. y
Rouff B.A. (1979), un talento deportivo se caracteriza por determinadas
condiciones y presupuestos físicos
y psíquicos, al cual con mucha probabilidad lo
portan en un momento sucesivo a alcanzar prestaciones de
alto nivel en un determinado tipo de deporte.
Nadori
(1988):
"el
talento es una facultad o grupo de facultades con una cierta especificación,
superior a la media, pero que debe aún manifestarse con lo que nos está
indicando el camino a seguir o su concepción sobre la captación de los mismos".
(3).
Hahn
(1988): "el talento es un grupo de diferentes capacidades y habilidades
procedentes que posee el deportista en mayor o menor medida. Es decir que es
una aptitud adecuada que supera lo normal". (3)
Solanellas,
F (1996): "el talento se puede definir como una aptitud o habilidad para
una particular actividad o deporte determinado, natural o adquirida". (4).
A su vez, Hahn (1988) explica que existen
tres tipos de talentos a saber:
·
a) Talento
Motriz General: aquella persona capaz de aprender con rapidez una alta gama de
movimientos.
·
b) Talento
Deportivo: serán los niños que además de poseer esa capacidad de aprendizaje
rápido para las habilidades motoras están predispuestos a someterse a un programa de
entrenamiento deportivo.
·
c) Talento
Especifico – Deportivo: son aquellos que necesitan una serie de
requisitos físicos y psíquicos para alcanzar rendimientos específicos en un
deporte.(3).
Según las
definiciones anteriormente mencionadas, el talento deportivo no es solo aquel
que tiene cualidades motrices superiores a las normales para realizar un tipo
de actividad, sino que acapara una superioridad intelectual, y también en
cuanto a actitud.
Sobre el proceso de Selección
Deportiva
Ilisástigui
M (1999) plantea que en el deporte se ha utilizado el término
"selección" como una categoría propia, que agrupa una serie de
intenciones en estrecha relación con el grado de exigencia que se requiere para
la práctica de actividades físicas.
Este
planteamiento se relaciona con lo planteado por Rozin, E.I (1988), en relación
con que la selección deportiva se manifiesta en dos dimensiones fundamentales:
La orientación deportiva, general hacia cualquier deporte y la Selección
deportiva, específico hacia un deporte.
El
objetivo principal de un sistema de selección deportiva es la detección,
selección y seguimiento de aquellos individuos con grandes aptitudes para la
práctica de un deporte en específico que, a partir de la influencia de un bien
estructurado proceso de preparación y de su propio accionar de manera
consciente, alcancen el más alto nivel de maestría deportiva (Ilisastigui
M.,1999).
La
posición de esta autora parte de la consideración de la Selección Deportiva
como proceso y como sistema, parte de un sistema mayor: el sistema de
preparación deportiva.
Es
conveniente destacar lo que plantea Cañizares (2008) acerca algunos aspectos
psicopedagógicas de la etapa en que se desarrolla el talento.
El entrenamiento deportivo y el trabajo con
la zona de desarrollo próximo
Al
respecto Cañizares, M (2008) plantea en su libro que
el afán de los entrenadores por lograr un adecuado desarrollo en sus atletas,
sobre la base de los conocimientos adquiridos, los hace cometer errores
inconscientes que perjudican el proceso del entrenamiento a corto o largo
plazo.
Lo anterior se puede definir como "quemar
o saltar etapas" en el proceso de enseñanza, y se puede presentar por
exceso o por defecto.
Cuando un
entrenador no tiene en cuenta sistemática, y consecuentemente en su
entrenamiento las capacidades reales del atleta (en cuanto a sus capacidades
condicionales, desde el punto de vista morfofuncional y psicológico) y no
respeta las etapas por las que debe transitar el proceso de enseñanza –
aprendizaje, puede suceder que sus atletas no logren el dominio adecuado
de determinados ejercicios o movimientos especializados, debido a la carencia
evidente de una base multilateral que condicione al niño para esfuerzos
superiores.
De esta
manera puede llegarse a períodos de estancamiento del desarrollo.
En otro caso,
cuando el atleta evidencia gran potencial de desarrollo, muchas veces el
entrenador desea resultados superiores, y comienza a atiborrarlo con ejercicios
de alta complejidad que lejos de ayudarlo entorpecen su aprendizaje y tienden a
retrasar su desarrollo.
El afán
por la victoria y el culto excesivo a la misma provocan que los adultos se
acerquen con frecuencia a métodos como estos para lograrla sin pensar en
la factibilidad,
ni valorar la etapa del desarrollo en que se encuentra el sujeto.
El resultado de lo expuesto anteriormente
podría ser la aversión, el rechazo, el abandono, la frustración, resultados
deportivos a corto plazo, etc.
En este
complejo proceso pueden observarse alumnos con gran potencial de desarrollo,
que aún no están preparados para asimilar acciones más
complejas, en ello influyen aspectos naturales psicofísicos y morfofuncionales
de la edad que imposibilitan una asimilación correcta y saludable, pues sus
organismos todavía no tienen la madurez necesaria para asimilar las nuevas
acciones.
Por
ejemplo, un profesor de
la categoría 11 y 12 años se plantea enseñar un elemento técnico que no es
posible realizar por el atleta.
Ante el
fracaso el alumno experimenta emociones negativas
en detrimento de su autoestima y
puede pasar a categorías superiores con limitaciones físicas, técnicas y
psicológicas.
Existe la
posibilidad de que el entrenador adiestre a un alumno que está por encima del
nivel del grupo y no es capaz de reajustar el plan de
entrenamiento para incentivar sus posibilidades de desarrollo.
Como
consecuencia, puede quedar estancado el desarrollo del atleta pues no se
estimularon sus potencialidades.
Lo antes
analizado indica que un atleta pueda ver limitadas sus posibilidades reales de
desarrollo por exceso o deficiente estimulación por la escasa correspondencia
entre la enseñanza de hábitos y habilidades motrices y el trabajo con la zona
de desarrollo próximo.
Es
necesario definir el grado y tipo de ayuda necesarios en los alumnos para
garantizar un adecuado proceso de asimilación de las acciones motrices.
señala
que el trabajo con la zona de desarrollo potencial, las posibilidades que el
niño posee, permite valorar y aportar algunos indicadores para
la selección del talento que, unido a otros indicadores de tipo físico,
cognitivo y características del deporte (exigencias) completarán el proceso de
preselección.
Cuando un
niño es capaz de realizar las tareas orientadas por el adulto y se destaca en
ejercicios de conjunto, en las habilidades de interacción y
acciones de cooperación con otros compañeros de juego,
puede valorarse su inclinación a los llamados deportes colectivos, como baloncesto, fútbol,béisbol,
etc.
En el caso en que el niño se destaque en
tareas que solo dependan de él y se observe determinado potencial de desarrollo
que le permita desenvolverse en un deporte individual y sus aptitudes anatomofisiológicas
así lo declaren, estas características pueden ser un importante indicador para
su inclusión en la práctica de esos deportes.
Existen
niños que se destacan en una y otra prueba física (velocidad, resistencia a la
fuerza, entre otras), por sus características físicas, su somatotipo,
características psicológicas, (perseverancia, independencia operatividad
de su pensamiento,
etc.).
Sin lugar
a dudas estamos en presencia de indicadores de su zona actual de desarrollo.
Esto
permitirá al entrenador o profesor de Educación
Física valorar con mayor facilidad su inclusión en cada tipo de
deporte, pues estos indicadores complementarán los criterios de selección para
determinada disciplina, contribuirá a la potencialización de las aptitudes del
llamado talento y a una mejor utilización de sus habilidades ilimitadas para
llegar, el día del mañana, al desarrollo próximo.
Mahmud
Belal (2010)… "como producto de
la interrelación de lo innato y lo adquirido; que ha sido un enfoque
tradicional dentro del problema de la selección y que es el asumido por el
autor de esta tesis,
ya que considera que para valorar el talento en la esfera deportiva, deben
descubrirse aquellas aptitudes que condicionan y determinan el éxito en el
deporte y valorar su desarrollo en la actividad dada determinadas condiciones
del entorno.
Es por
eso que se asumen las concepciones de aquellos autores que ven la selección
deportiva como un sub-proceso inmerso en el proceso de preparación deportiva y
que coinciden en declarar diferentes etapas de ella, incluso dentro de la
llamada, selección inicial".
Al
respecto Baur (1993), citado por López Bedoya (1995), planteó que la
investigación deportiva se orientaba hacia dos grandes bloques
de búsqueda:
- La
selección precoz de talentos deportivos intentando establecer las bases
científicas de una prospección deportiva, basada en la identificación precoz de
los futuros campeones.
- La
determinación de las aptitudes y capacidades de los sujetos, según los
criterios de selección para determinada actividad deportiva.
En la
aproximación teórica a la comprensión del talento deportivo realizada por el
autor, se valoran las posiciones teóricas de destacados investigadores del
tema, además se destaca la importancia del proceso de selección de talentos, la
identificación y la detección de talentos deportivos, y se distingue la
necesidad de tener en cuenta la adecuación de los sistemas de influencia que
recibe este tipo de deportista así como las características psicológicas del
talento para contribuir a la acertada dirección de la planificación del proceso
pedagógico.
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