Fundamentos teóricos-metodológicos del proceso de
entrenamiento deportivo en el beisbol
Enviado por Alexis Sintes Blanco
1. Resumen
5. Bibliografía
El entrenamiento deportivo
persigue desarrollar el rendimiento para
lograr una óptima puesta en práctica de las acciones tácticas,
a través de los resultados técnicos durante las competiciones, por tanto, entrenar significa mejorar constantemente
el rendimiento del equipo en el juego,
lo cual solo puede conseguirse cuando se concibe el béisbol desde
un punto de vista integrador, que establezca una unidad lógica entre
el proceso del
entrenamiento y la propia competición.
Es válido el axioma: Alcanzar elevados rendimientos
individuales carece de sentido si no se adaptan o acoplan bien a la estructura compleja
de la forma de juego del equipo.
En la
formación del deportista actúa un conjunto de preparaciones, que constituyen la
base sobre las cuales se sustenta su desarrollo integral.
Ellas son
las preparaciones:
1.
físicas,
2.
técnicas,
3.
táctica,
4.
moral y
5.
volitiva,
6.
siendo,
la preparación física el
fundamento sobre el cual se desarrollan las restantes.
En la
preparación de los jóvenes talentos, es necesario tener presente:
·
las tareas,
·
los métodos,
·
los medios de
entrenamientos,
·
el incremento de las cargas,
·
el
crecimiento de la preparación orgánica,
·
el
perfeccionamiento motor,
·
el
incremento de la capacidad de trabajo,
·
los
resultados deportivos en las distintas etapas,
·
las
características que presentan en cada etapa los niños y
los jóvenes
·
y otros
múltiples aspectos.
Esta
realidad actual constituye un reto para los entrenadores, el aumento
considerable de los resultados deportivos demandan un elevado perfeccionamiento
tanto del nivel de los deportistas como del sistema metodológico
de preparación a corto y largo plazo.
Aumentar
el altísimo nivel de preparación obtenido por los deportistas es tarea
extremadamente difícil, lo que obliga a buscar formas metodológicas y
estructurales de organización que
persigan tal fin.
·
La
preparación de los deportistas de alto nivel está bien relacionada con las
influencias sobre los sistemas funcionales
del organismo; por eso, sin conocimientos científicos no será posible resolver
los problemas del
entrenamiento contemporáneo.
El perfeccionamiento del
deportista es ante todo una cuestión de movimiento,
y la formación (preparación) deportiva debe basarse en la actividad motriz
intensiva y especializada.
Es por
ello que los avances en el perfeccionamiento deportivo explotan y, al
mismo tiempo,
tienen como límite las posibilidades físicas del organismo, es decir, su
capacidad de desarrollar el nivel requerido de potencia física
y de tolerar la carga de entrenamiento que es imprescindible para mejorar esta
capacidad.
En
consecuencia, los principios metodológicos
de la preparación de deportistas, al igual que las directrices pedagógicas,
deben ante todo expresar la esencia biológica del proceso formativo de la
maestría deportiva.
En ello
radica la especificidad del deporte.
La
formación de deportistas conduce a un nivel de estrés físico
y psíquico, sin parangón en ningún otro proceso pedagógico.
Aquí no vale conformarse con la práctica
amateur y tolerar los errores, pues lo que está en juego es la salud de una persona.
Precisamente
por ello, el aspecto biológico debe tener prioridad en la investigación
científica encaminada a la solución de los problemas de la
organización racional del entrenamiento (U. VerIchosliarisky, 1970, 1985,1988).
La
actual teoría y metodología del
entrenamiento deportivo consiste en un sistema de conocimientos sobre las leyes que
rigen el Proceso de Formación de la Maestría Deportiva (PFMD) a lo largo de un
entrenamiento a largo plazo, y sobre las posibilidades de aplicar esas leyes en
las condiciones de entrenamiento y competición.
Actualmente
existen tres tendencias fundamentales en el desarrollo de la teoría y
Metodología del Entrenamiento Deportivo (TMED).
Una de
ellas vendría a ser la pedagógica, desarrollada en gran medida por los
pedagogos deportivos a partir de conclusiones lógicas extraídas de su
experiencia en la práctica deportiva.
Se vale
de recomendaciones para entrenadores del tipo:
¿qué hay
que hacer en los entrenamientos?
¿Cómo hay
que hacerlo?
¿Y cuándo?
Las bases
de este enfoque las puso el teórico soviético de la educación física
L. Matveev (1964), quien sintetizó sus cincuenta años de experiencia como
entrenador de la URSS, formuló sus teorías y
acuñó conceptos tales como el de «periodización»
del entrenamiento.
La
esencia de este concepto radica
en dividir el proceso de entrenamiento en pequeñas partes o «microciclos» y
formalizar de manera lógica y especulativa sus contenidos, para después
construir a partir de ellos unas divisiones más grandes del proceso conocidas
como «mesociclos» o «macrociclos».
La segunda tendencia, la
teórico-pedagógica, incluye
monografías y materiales didácticos
en los que los autores tratan de aclarar los problemas de la preparación y
formación de deportistas mediante el uso de hechos experimentales aislados
e información científica
divulgativa procedente del ámbito de la fisiología del
deporte.
En tales obras se expone con mayor riqueza de
contenidos y corrección los mecanismos fisiológicos que forman la esencia del
proceso de entrenamiento y determinan el progreso de los logros deportivos.
Sin
embargo, como en el caso anterior, su base metodológica se fundamenta en el
concepto manifiestamente anticuado de la «periodización» del entrenamiento y no
realiza ninguna aportación relevante.
Dentro de
esta tendencia destacan las obras de T. Bompa (198 5), D. Martin et al. (1993),
G. Schnabel , et . al (1994), J. Malacko (1982) y V. Platonov (1986; 1997).
La tercera tendencia, la
científico-aplicada, se
centra en el estudio en profundidad de los factores, mecanismos y condiciones
que inciden en el desarrollo de la maestría en todas las manifestaciones de su
aspecto competitivo.
Esta
tendencia se fundamenta en los avances de la biología, la fisiología de
la actividad muscular, la anatomía funcional y
la morfología funcional,
la biomecánica y bioenergética del deporte, la medicina deportiva
y la psicofisiología y psicomotricidad del hombre.
Aquí,
el objetivo no
consiste en la formación de un sistema extensivo y exhaustivo de conocimientos
(al estilo de un manual)
sobre todos los pormenores y facetas de la preparación del deportista, con
digresiones relativas a los problemas
sociales y psicopedagógicos del deporte, análisis del
lugar y rol que ocupa el deportista en el espacio sociocultural, etc.
Aquí, lo
más importante es la profundidad de penetración en la esencia científica y
natural del fenómeno del entrenamiento, el descubrimiento de las leyes que
rigen el proceso de perfeccionamiento deportivo y la formulación a partir de
ellas de principios que muestren el camino para incorporar dichas leyes a la
práctica deportiva.
En el
marco de esta tendencia cabe citar en primer lugar los importantes estudios que
han realizado aportaciones valiosísimas a la
investigación de los mecanismos del entrenamiento.
Aun a riesgo de
omitir y ofender a alguno de ellos, me gustaría citar aquí el nombre de sus
autores: B. Saltin, D. Costill, G. Brooks, P. Di Prampero, B. Eriksson, P.
Gollnik, B. Essen, L. Hermansen, J. Holloszy, J. MacDougall, P Tesch, A.
Thorstensson, E. Coyle, A. Viru, N. JakovIev y otros.
De
especial importancia para los fundamentos de la Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo han resultado los
maravillosos informes,
manuales y
compendios prácticos de fisiología muscular que prestaban una especial atención a
la actividad deportiva: los de R 0. Astrand, K. Rodahl (1977), E. Fox, D.
Mathews (198 l), R. Margaria (1982), T Fox (1984), G. Brooks, T. Fahey (1984),
B. Noble (1986), D. Lamb (1984), H. De Vries (1986), J. Wilmore (1982), entre
otros.
En estos
trabajos se reúne una enorme cantidad de material teórico, científico y
práctico recopilado tanto en laboratorios como en condiciones reales de
práctica deportiva y se analizan de forma profesional sus posibilidades de uso
en la preparación de deportistas.
El
incremento de la maestría deportiva depende sobre todo de dos factores:
1.
el
aumento del potencial motriz del deportista y
2.
su
habilidad para aprovechar de manera eficaz ese potencial en entrenamientos y
competiciones.
Puesto
que con el aumento de la maestría el deportista saca cada vez mayor partido de
sus capacidades de trabajo, de forma natural, cualquier sucesivo progreso
dependerá cada vez en más medida de ese aumento de potencial (Y.
Verichosharisky, 1966, 1970, 1985).
De esta
manera, el aumento del potencial motriz y el perfeccionamiento de la capacidad
del deportista de aprovecharlo de forma plena y eficaz se presentan como la
constante básica del proceso de entrenamiento, y el grado de aprovechamiento de
sus posibilidades motrices como uno de los criterios para juzgar su eficacia
El
resto de cuestiones, sin duda alguna importantes que rodean el proceso de
entrenamiento, no son más que condicionantes y factores que contribuyen al
cumplimiento de esa constante básica.
Entre
ellas, la más importante es la potenciación del estímulo del entrenamiento en
el organismo que da lugar a un crecimiento exponencial de la curva relativa al
resultado deportivo.
Ello
demuestra que el aumento del potencial motriz del deportista y, por tanto, el
progreso de la maestría deportiva exigen un aumento constante del estímulo del
entrenamiento en el organismo.
El
potencial motriz del deportista se comprueba a través de sus capacidades
físicas y técnico-tácticas.
La
práctica deportiva exige que la preparación técnica y la táctica se presente
como una unidad de preparación (entiéndase, por su estrecha relación y
correspondencia).
En la
actividad deportiva observamos que, mientras la preparación técnica proporciona
los medios para efectuar los entrenamientos y competencias,
la preparación táctica asegura el buen empleo de
los mismos.
La
preparación técnica deportiva es la forma más efectiva de solucionar una tarea
motriz en correspondencia con las leyes mecánicas y biológicas, y también con
las reglas. Podemos señalar que el aspecto más específico del entrenamiento
deportivo lo constituye la preparación técnica.
Como
señalamos al inicio, las dos tareas
fundamentales de la preparación técnica son el desarrollo y estabilización de
los hábitos deportivos, y el perfeccionamiento variable de los hábitos
deportivos.
Con este
propósito es necesario que primeramente haya un elevado nivel de habilidades
motrices deportivas antes de hablar de hábitos motores.
Se
identifica como habilidad "La manifestación externa de la capacidad de
aprovechar los datos,
los conocimientos, los hábitos adquiridos, operar con ellos para la explicación
de las propiedades de las cosas y la resolución exitosa de determinadas tareas
teóricas o prácticas" (Romero, E, 2008)
Se
entiende por habilidades motrices deportivas son las propias de cada deporte,
que tienen como componentes estructurales las habilidades motrices
básicas.(Romero, E, 2008).
Las habilidades motrices deportivas no
existen fuera de cualquier acción concreta,
ejercicio o movimiento y siempre están enlazadas con las capacidades motoras
condicionales, coordinativas y cognoscitivas.
Según
Oliver Coronado (2004) los planos de intervención en su formación son:
·
Biomecánico,
relacionado con la preparación técnica;
·
el
bioenergético, relacionado con la preparación física; y
·
el
biorrelacional; relacionado con la preparación táctica
1.2.2- Clasificación
de las Habilidades Motrices Deportivas
Según el
número de grupos musculares
implicados
·
Habilidades
motrices finas.
Son
aquellas que no exigen un gran esfuerzo ni exigen la participación de grandes
masas musculares, pero sí que implican un alto grado de precisión.
·
Habilidades
motrices gruesas o globales.
Son las
que consisten en movimientos amplios, en las que participan grandes masas
musculares y que suponen un esfuerzo significativo y tienen un menor valor de
precisión. Estas habilidades se asocian con la educación
física y el deporte.
Según las
condiciones del entorno en el que se desarrolla la habilidad
-
Habilidades predominantemente perceptivas, que son aquellas cuya ejecución debe
ser hecha bajo circunstancias cambiantes ante las que es necesario percibir los
elementos del entorno y responder de forma adecuada (Fútbol,
tenis, baloncesto,...).
-
Habilidades predominantemente habituales, son las que se realizan en un entorno
fijo, estable, y cuya ejecución solo depende del individuo.
(Saltos y lanzamientos en atletismo,
tiro con arco, ciclismo de velocidad,
diferentes estilos de natación,
etc.).
El hábito
motriz, constituyen acciones, que a consecuencia de la ejercitación sistemática
alcanzan un nivel elevado de perfeccionamiento, permitiendo que las operaciones y
acciones se ejecuten con calidad y
rapidez; se caracteriza por la automatización parcial
y progresiva de la regulación de los movimientos.
En el
transcurso de la vida del deportista, se forman diferentes habilidades motoras,
que llegan a tener un alto grado de coordinación,
a estos movimientos acostumbrados se le denomina hábitos motores.
El hábito motor es el nivel superior de
consecución de una habilidad motriz deportiva
El hábito
motor se relaciona con la estructura de los movimientos, encierra su "dibujo"
en la conciencia del
ejecutor e incorpora, además, la coordinación del trabajo y su correspondencia
con la actividad de las funciones vegetativas,
es decir, respiratorias, circulatorias y de intercambio energético, de ahí la
importancia de un adecuado nivel de preparación física.
El
desarrollo de diversos hábitos motores en el deportista tiene enorme
importancia en el dominio de
la técnica, pues los hábitos constituyen la base de la técnica en cualquier
tipo de actividad deportiva. (Libro de psicología)
La técnica es la forma racional y óptima de
proceder, por parte del atleta, al ejecutar las habilidades motrices propias
del deporte. La misma se diferencia en técnica patrón, técnica estándar y
técnica individual
La
técnica patrón es aquella que responde íntegramente a las leyes de la mecánica y
que es exacta en todas sus dimensiones, ejemplo en los lanzamientos.
La
técnica estándar es aquella que responde íntegramente a los fundamentos biomecánicos
comunes, presentes en la ejecución por parte de la gran mayoría de deportistas,
ejemplo los ángulos de salida de los lanzamientos o tiros.
La
técnica individual es aquella, que sin violar los fundamentos biomecánicos,
responde a las características individuales de los deportistas.
La
técnica se manifiesta según las peculiaridades del deporte.
Por
ejemplo, en el atletismo, las pesas, y otros deportes individuales,
la técnica responde al empleo al máximo de las capacidades motrices dentro de
las Habilidades Motrices Deportivas.
En los
deportes como el clavado, la gimnástica, el patinaje artísitico, entre otros,
la técnica responde al empleo óptimo, exacto y estético de las capacidades
motrices dentro de las Habilidades Motrices Deportivas.
En los juegos deportivos,
por ejemplo en el Béisbol la técnica responde al empleo racional y efectivo de
las capacidades motrices dentro de las Habilidades Técnico-Tácticas.
En el
béisbol cubano se trabaja sobre la base del modelo de
entrenamiento creado por el ruso L.P.Matveiev (1956). Este modelo se fundamenta
en los ciclos de supercompensación del austriaco Hans Seyles y modificado por
el ruso E. Yakolev.
La
adquisición de conocimientos científicos y la práctica del deporte
revolucionario en Cuba por
más de 40 años, posibilitan inferir que, en relación a la lógica interna de
actuación del béisbol como deporte colectivo y a las peculiaridades que
caracterizan a los calendarios competitivos actuales, se hace necesario
aproximarnos a una concepción de entrenamiento integral y flexible a tono con
la naturaleza del
béisbol y a la realidad competitiva y en esta intención, se precisa nuestra
propuesta que no consiste en una nueva teoría que sustituya a la aún válida y
científica de L. P. Matveiev, sino una renovada metodología que nos aproxime
con la mayor exactitud posible a determinar un modelo para el desarrollo del
entrenamiento deportivo en el béisbol.
Enmarcar
la propuesta didáctica metodológica
que permita mejorar el proceso de enseñanza y
perfeccionamiento en el béisbol es el propósito, ya que establece como
alternativa emplear un nuevo modelo con un enfoque activo y amplio que
contribuya no solo al desarrollo de habilidades motrices, sino también a la
formación actitudes positivas,
de la condición física, el
conocimiento del juego, la interrelación del colectivo, el
desarrollo del pensamiento
táctico y la esfera cognitiva.
Esta
concepción, socializadora, resalta la búsqueda de valores, el trabajo cooperado,
el desarrollo del pensamiento autónomo que sitúa al atleta como protagonista
del proceso de entrenamiento.
El
béisbol debe ser científicamente estructurado, a fin de que esa cohesión y
permanencia armónica permitan rescatar y fusionar toda la experiencia acumulada
en aras de consolidar modelos de
formación y desarrollo que posibiliten el autodesarrollo y sostenibilidad.
Pues
tanto en el béisbol como en el resto de los deportes de equipos en nuestro país
se aprecia en el proceso del entrenamiento deportivo la necesidad de aplicar un
modelo íntegro y flexible.
En los
momentos actuales, el entrenamiento deportivo, en los deportes de conjuntos se
sustenta sobre la base del desarrollo técnico a través de la táctica, y no
discrepamos al respecto, pero no podemos absolutizar, porque somos del criterio
que en el béisbol en el orden defensivo para lograr que una acción táctica se
logre con el máximo de calidad es necesario ser poseedor de una técnica
depurada, como en un momento determinado un tiro desde los jardines hacia home
se ejecuta correctamente si el jardinero no alineó adecuadamente la pierna y el
hombro delantero, o el barrido de la bola no fue el idóneo conspirando con la
precisión del mismo, o en una jugada de doble play el segunda base presenta
problemas con el fildeo de rolling o en la mecánica para
iniciar el doble play y el torpedero no seleccionó correctamente la acción
técnica en dependencia de la ubicación del tiro para completar el doble play,
según criterio de experto de la provincia, la
preparación defensiva se debe trabajar proporcionalmente la técnica y la
táctica en cada sesión del entrenamiento y romper con esquemas aún vigentes del
trabajo desmedido de la técnica sobre la táctica.
2.1- Particularidad
del proceso de entrenamiento deportivo en el béisbol.
La preparación
del jugador de béisbol es la consecuencia o el resultado del pensamiento del
entrenador, al que no se le debe imponer un dogma metodológico que le guíe el
proceso de entrenamiento.
·
El
entrenador en su proyecto mental
estructurará, planificará y dirigirá la distribución de
las cargas de entrenamiento en el camino hacia la obtención del rendimiento deportivo
y logros competitivos. (Reinaldo, F., 2007)
A partir
de aquí se puede interpretar al entrenamiento deportivo en el béisbol como un
proceso pedagógico organizado por áreas y proyectado al fomento de la
integralidad en las situaciones de juego ofensivas y defensivas de
intencionalidad táctica, cuya misión es
la de preparar a los jugadores para la obtención del máximo rendimiento
competitivo, fundamentándose en toda una serie de principios, métodos y medios
que facilitarán su desarrollo y cumplimiento.
La
constante superación y actualización científico-técnica en la que están siempre
inmersos nuestros especialistas del deporte nacional, unido a la creación de un
sistema de participación con peculiaridades muy propias de nuestro país, han
posibilitado la ubicación y el reconocimiento de Cuba como potencia del béisbol
en el orbe.
Ello
implica convertir a cada pedagogo deportivo que se desempeña en el béisbol, en
un investigador más de esa materia,
en un especialista capaz de aplicar procedimientos pedagógicos transformadores,
que permitan aumentar progresivamente las posibilidades de éxitos de sus
jugadores, en aras de incrementar el rendimiento competitivo del equipo.
Esta
perspectiva valorativa debe conducir a aceptar que un juego de béisbol no se
limita a la suma de los rasgos de la
personalidad íntegra de cada jugador, sino que supone una
compleja imbricación de gestos técnicos en función de
un fundamento táctico, con un significado compuesto por toda una gama de
condiciones y capacidades concretas, interrelacionadas entre si, cuya
consecuencia es un rendimiento competitivo único.
·
1 Ealo
de la Herrán, Juan. (2006). Béisbol. Pueblo y Educación. La
Habana.
·
2 Forteza,
A. (1997). Entrenamiento deportivo. Alta metodología, carga, Escritura y planificación.
Ciudad Habana. INDER.
3
Reinaldo, F. y Osmel Padilla Díaz. (2007). Tendencias actuales del entrenamient
o en el Béisbol. Ciudad de la Habana: Editorial Deportes.
4
Reinaldo, F. (2006). Del Béisbol, casi todo. Ciudad de la Habana: Editorial
Deportes.
El autor
trabaja como entrenador de Béisbol en la Escuela de
Iniciación Deportiva Escolar (EIDE), de la provincia de Granma en Cuba, tiene
17 años de experiencias y es graduado como Licenciado en Cultura Física,
Deporte y Recreación,
además de Máster en Metodología del Entrenamiento Deportivo para la Alta Competencia.
Autor:
MSc.
Alexis Sintes Blanco.
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