En la
preparación de los jóvenes talentos, es necesario tener presente:
·
las tareas,
·
los métodos,
·
los medios de
entrenamientos,
·
el incremento de las cargas,
·
el
crecimiento de la preparación orgánica,
·
el
perfeccionamiento motor,
·
el
incremento de la capacidad de trabajo,
·
los
resultados deportivos en las distintas etapas,
·
las
características que presentan en cada etapa los niños y
los jóvenes
·
y otros
múltiples aspectos.
Esta
realidad actual constituye un reto para los entrenadores, el aumento
considerable de los resultados deportivos demandan un elevado perfeccionamiento
tanto del nivel de los deportistas como del sistema metodológico
de preparación a corto y largo plazo.
Aumentar
el altísimo nivel de preparación obtenido por los deportistas es tarea
extremadamente difícil, lo que obliga a buscar formas metodológicas y
estructurales de organización que
persigan tal fin.
·
La
preparación de los deportistas de alto nivel está bien relacionada con las
influencias sobre los sistemas funcionales
del organismo; por eso, sin conocimientos científicos no será posible resolver
los problemas del
entrenamiento contemporáneo.
El perfeccionamiento del
deportista es ante todo una cuestión de movimiento,
y la formación (preparación) deportiva debe basarse en la actividad motriz
intensiva y especializada.
Es por
ello que los avances en el perfeccionamiento deportivo explotan y, al
mismo tiempo,
tienen como límite las posibilidades físicas del organismo, es decir, su
capacidad de desarrollar el nivel requerido de potencia física
y de tolerar la carga de entrenamiento que es imprescindible para mejorar esta
capacidad.
En
consecuencia, los principios metodológicos
de la preparación de deportistas, al igual que las directrices pedagógicas,
deben ante todo expresar la esencia biológica del proceso formativo de la
maestría deportiva.
En ello
radica la especificidad del deporte.
La
formación de deportistas conduce a un nivel de estrés físico
y psíquico, sin parangón en ningún otro proceso pedagógico.
Aquí no vale conformarse con la práctica
amateur y tolerar los errores, pues lo que está en juego es la salud de una persona.
Precisamente
por ello, el aspecto biológico debe tener prioridad en la investigación
científica encaminada a la solución de los problemas de la
organización racional del entrenamiento (U. VerIchosliarisky, 1970, 1985,1988).
La
actual teoría y metodología del
entrenamiento deportivo consiste en un sistema de conocimientos sobre las leyes que
rigen el Proceso de Formación de la Maestría Deportiva (PFMD) a lo largo de un
entrenamiento a largo plazo, y sobre las posibilidades de aplicar esas leyes en
las condiciones de entrenamiento y competición.
Actualmente
existen tres tendencias fundamentales en el desarrollo de la teoría y
Metodología del Entrenamiento Deportivo (TMED).
Una de
ellas vendría a ser la pedagógica, desarrollada en gran medida por los
pedagogos deportivos a partir de conclusiones lógicas extraídas de su
experiencia en la práctica deportiva.
Se vale
de recomendaciones para entrenadores del tipo:
¿qué hay
que hacer en los entrenamientos?
¿Cómo hay
que hacerlo?
¿Y cuándo?
Las bases
de este enfoque las puso el teórico soviético de la educación física
L. Matveev (1964), quien sintetizó sus cincuenta años de experiencia como
entrenador de la URSS, formuló sus teorías y
acuñó conceptos tales como el de «periodización»
del entrenamiento.
La
esencia de este concepto radica
en dividir el proceso de entrenamiento en pequeñas partes o «microciclos» y
formalizar de manera lógica y especulativa sus contenidos, para después
construir a partir de ellos unas divisiones más grandes del proceso conocidas
como «mesociclos» o «macrociclos».
La segunda tendencia, la
teórico-pedagógica, incluye
monografías y materiales didácticos
en los que los autores tratan de aclarar los problemas de la preparación y
formación de deportistas mediante el uso de hechos experimentales aislados
e información científica
divulgativa procedente del ámbito de la fisiología del
deporte.
En tales obras se expone con mayor riqueza de
contenidos y corrección los mecanismos fisiológicos que forman la esencia del
proceso de entrenamiento y determinan el progreso de los logros deportivos.
Sin
embargo, como en el caso anterior, su base metodológica se fundamenta en el
concepto manifiestamente anticuado de la «periodización» del entrenamiento y no
realiza ninguna aportación relevante.
Dentro de
esta tendencia destacan las obras de T. Bompa (198 5), D. Martin et al. (1993),
G. Schnabel , et . al (1994), J. Malacko (1982) y V. Platonov (1986; 1997).
La tercera tendencia, la
científico-aplicada, se
centra en el estudio en profundidad de los factores, mecanismos y condiciones
que inciden en el desarrollo de la maestría en todas las manifestaciones de su
aspecto competitivo.
Esta
tendencia se fundamenta en los avances de la biología, la fisiología de
la actividad muscular, la anatomía funcional y
la morfología funcional,
la biomecánica y bioenergética del deporte, la medicina deportiva
y la psicofisiología y psicomotricidad del hombre.
Aquí,
el objetivo no
consiste en la formación de un sistema extensivo y exhaustivo de conocimientos
(al estilo de un manual)
sobre todos los pormenores y facetas de la preparación del deportista, con
digresiones relativas a los problemas
sociales y psicopedagógicos del deporte, análisis del
lugar y rol que ocupa el deportista en el espacio sociocultural, etc.
Aquí, lo
más importante es la profundidad de penetración en la esencia científica y
natural del fenómeno del entrenamiento, el descubrimiento de las leyes que
rigen el proceso de perfeccionamiento deportivo y la formulación a partir de
ellas de principios que muestren el camino para incorporar dichas leyes a la
práctica deportiva.
En el
marco de esta tendencia cabe citar en primer lugar los importantes estudios que
han realizado aportaciones valiosísimas a la
investigación de los mecanismos del entrenamiento.
Aun a riesgo de
omitir y ofender a alguno de ellos, me gustaría citar aquí el nombre de sus
autores: B. Saltin, D. Costill, G. Brooks, P. Di Prampero, B. Eriksson, P.
Gollnik, B. Essen, L. Hermansen, J. Holloszy, J. MacDougall, P Tesch, A.
Thorstensson, E. Coyle, A. Viru, N. JakovIev y otros.
De
especial importancia para los fundamentos de la Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo han resultado los
maravillosos informes,
manuales y
compendios prácticos de fisiología muscular que prestaban una especial atención a
la actividad deportiva: los de R 0. Astrand, K. Rodahl (1977), E. Fox, D.
Mathews (198 l), R. Margaria (1982), T Fox (1984), G. Brooks, T. Fahey (1984),
B. Noble (1986), D. Lamb (1984), H. De Vries (1986), J. Wilmore (1982), entre
otros.
En estos
trabajos se reúne una enorme cantidad de material teórico, científico y
práctico recopilado tanto en laboratorios como en condiciones reales de
práctica deportiva y se analizan de forma profesional sus posibilidades de uso
en la preparación de deportistas.
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