La acción de batear, una tarea motora
extremadamente coordinada
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Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Profesor
Titular de Psicología
de la Educación Física y el Deporte; Dirección y
Gestión de la Cultura Física
en la Facultad de Cultura Física de la Isla de la
Juventud
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Dr. C. Juan Carlos García Mesa
(Cuba)
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Resumen
El presente trabajo es el
resultado de un largo período de investigaciones realizadas por el autor en
el área del bateo en el béisbol, en el son recogidos los análisis realizados
a la acción de batear desde el objeto de estudio de varias ciencias, lo cual permite
realizar el estudio de la referida acción de una forma dialéctica.
Palabras clave: Bateo. Coordinación.
Estructuras rítmicas. Tarea motora.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 165,
Febrero de 2012. http://www.efdeportes.com/
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Introducción
El Béisbol está
comprendido dentro de los Juegos Deportivos.
Es un deporte variable a partir de que
durante su ejecución no existen dos acciones similares, ni en ejecución, ni en
el tiempo de realización de la misma, lo que define que en su realización
exista una combinación de ejercicios de
fuerza-velocidad, resistencia y flexibilidad.
Todas sus acciones
van a estar en función de aspectos fundamentales como la velocidad, y el
dominio del implemento, a partir de aquí estas se realizan con el alto grado de
interrelación e interdependencia entre los jugadores.
También juega un
papel de primer orden:
·
el alto por ciento de coordinación de los movimientos,
·
así como la capacidad diferenciadora del sistema nervioso central de los
jugadores,
·
de velocidad de reacción;
·
las acciones que se realizan
durante el juego son en su mayoría de carácter variable,
·
con la sola excepción del corrido de bases; el tiempo en que se ejecutan
estas acciones está comprendido aproximadamente entre los 14 y 16 seg.
El béisbol se
caracteriza por ser un juego colectivo, de carácter variable, compuesto por un
conjunto de acciones complejas desde el punto de vista de la estructura del
movimiento y donde el desempeño motor de los practicantes juega un papel
significativo en aras del resultado, tanto individual como de equipo.
Una de sus acciones
más complejas, es la de batear; se delimita que cualquiera que pueda ejecutar
dicha acción, debe ser capaz de pegarle a la bola correctamente, presuponiendo
que tenga:
·
una buena visión,
·
velocidad de reacción,
·
fuerza y
·
dedicación al trabajo.
Desarrollo.
La acción de batear
se caracteriza por la capacidad del sistema neuromuscular para vencer una
resistencia externa con una elevada rapidez de contracción.
Esta requiere de un perfecto dominio de
la estructura variable del movimiento, la cual está dada por la realización de
movimientos rápidos y precisos que se ejecutan a un ritmo determinado y que
exigen una coordinación motora compleja.
La coordinación
durante el bateo resulta una capacidad imprescindible a desarrollar, dado que
el bateador para hacer contacto real con la pelota tiene que armonizar
adecuadamente en tiempo y espacio los movimientos que intervienen en la
ejecución, todo lo cual es posible debido a la percepción directa e inmediata
del lanzamiento realizado.
La solución de una
tarea motora depende en primer lugar:
·
de la coordinación de los procesos nerviosos;
·
los enlaces verticales y
horizontales a nivel cortical permiten mantener una reserva de combinaciones
motrices,
·
que llevan a la asimilación de nuevos movimientos y en estas condiciones
el nivel de agilidad será mayor.
Cuando se estructura
un movimiento existen interacciones de grupos musculares como rasgo
característico de la coordinación muscular, la coordinación motora permite la
ejecución de la tarea motora en las condiciones dadas al ejecutante; su
diferencia está determinada por la concordancia sucesiva y simultánea de los
movimientos realizados.
Los impulsos que
debido a las alteraciones de los movimientos musculares, llegan de los
propiorreceptores al sistema nervioso central, provocan reacciones reflejas y
son premisas indispensables del tono muscular y de la coordinación de los
movimientos.
Todo movimiento muscular que ejecutamos
es controlado por medio de impulsos centrípetos desde los propios receptores.
La falta de estímulos propios receptivos
implica la desintegración más o menos acusada de la coordinación del
movimiento.
Este trastorno de coordinación puede
ser corregido parcialmente mediante la visión;
Las coordinaciones óptico-motrices
elaboradas en la experiencia juegan un papel esencial en los movimientos que
son ejecutados bajo el control del sentido de la visión.
Las sensaciones
cinestésicas participan en la elaboración de los hábitos. Séchenov (citado por
Puni, 1957) les atribuyó el papel primordial en la coordinación de los
movimientos a pesar de su imprecisión y vaguedad.
Donskoi (1988) denomina como estructura generalizada el sistema de movimientos del
hombre, es decir, el conjunto de leyes de las interrelaciones de los diferentes
aspectos de la acción.
Estos van a estar dados por la
combinación de diferentes estructuras (sistemática), entre ellas tenemos las
rítmicas, las fásicas y las de coordinación.
Las estructuras
rítmicas constituyen las regularidades de las interrelaciones de los
movimientos en el tiempo, la correlación entre las partes de todo el acto o la
acción motora, como están distribuidas en el tiempo las acentuaciones de los
esfuerzos, de forma tal que de ellas depende la velocidad y la duración de los
movimientos subsiguientes provocados por estos esfuerzos.
El análisis de las
estructuras rítmicas en los deportes se ve diferenciado a partir de las propias
características de estos; en los deportes cíclicos la relación movimiento en el
tiempo se aprecia con mayor facilidad.
Debido al carácter
variable de la acción de batear en el béisbol, que depende de las
características de los lanzamientos, el bateador debe estar realizando ajustes
constantes en el desarrollo de sus acciones, por lo que este debe lograr
desarrollar un buen sistema de referencias que le permita la correlación
espacio temporal del movimiento y la distribución adecuada en el tiempo de la
acentuación del esfuerzo necesario acorde al tipo de lanzamiento.
Las estructuras fásicas constituyen
regularidades fundamentales de la interrelación entre las fases, a partir de
sus diferentes características dinámicas y cinemáticas.
En investigaciones
realizadas por el autor del presente artículo sobre las características de la
acción de batear establece indicadores de la acción de batear, estas se
sustentan en la “Teoría de la actividad” desarrollada por Leontiev (1977) y sus
continuadores, de los fundamentos de el “Análisis cualitativo del movimiento
humano”, desarrollados por Knudson y Morrison (1997) aplicada a la actividad
del béisbol y específicamente en la acción de batear, así como del análisis de
criterios de especialistas nacionales e internacionales que han desarrollado
producciones científicas específicamente en la acción de batear; Juan Ealo
(1984), Pete Rose citado por Carew (1986), Charles Low (citado por Williams y
Underwood, 1986), Vistuer Valdés (1994), e informaciones desarrolladas por la
Federación Cubana de Béisbol (2003).
Teniendo en cuenta estos aspectos teóricos y prácticos se delimitó como
indicadores más generales, los siguientes:
·
Balance: Grado de control sobre la estabilidad
durante la ejecución de la acción de batear
·
Interacción segmentaria: Organización de los
movimientos simultáneos y secuenciales que propician una adecuada transferencia
de movimientos.
·
Proyección óptima: Condiciones del golpeo (batear) que
optimizan el resultado.
Para el análisis
cualitativo de la acción se centra la atención en los movimientos componentes
más importantes de su estructura, teniendo en cuenta las fases (operaciones de
la acción):
1. posición de batear,
2. concentración de la
fuerza,
3. balanceo o swing.
Estableciendo los siguientes indicadores:
·
Indicador: balance, durante la posición de batear.
o
Movimientos componentes:
§ Peso del cuerpo
repartido entre ambas piernas.
§ Agarre del bate.
§ Manos próximas al
hombro trasero.
§ Ligera inclinación de
las rodillas.
§ Espalda ligeramente
flexionada al frente.
§ Hombros alineados, el
delantero más bajo que el de atrás.
§ Barbilla sobre el
hombro delantero, ambos ojos alineados en posición horizontal, la vista
focalizada en el lanzador.
·
Indicadores interacción segmentaria, proyección óptima y balance durante
la concentración de fuerza:
o
Movimientos componentes
§ Traslado del peso del
cuerpo a la pierna trasera.
§ Paso corto.
§ El implemento se
mantiene en su posición (no se adelanta).
·
Indicadores interacción segmentaría, proyección óptima y balance durante
el balanceo o swing:
o
Movimientos componentes
§ Inicio del movimiento
por las caderas.
§ Giro enérgico del pie
trasero.
§ Presentación de las
manos y la empuñadura del bate a la bola.
§ Swing horizontal.
§ Golpeo de la bola en
la zona de mayor contacto del bate (parte viva).
§ La vista se mantiene
en el lanzamiento hasta el contacto.
§ Terminación del swing
con el bate en el medio de la espalda.
·
Para la evaluación del desarrollo de la acción de batear el autor tuvo
en cuenta los siguientes indicadores:
o
Efectividad.
o
Fluidez.
§ La efectividad: la bola luego del
contacto cae en zona fair y durante la realización de la acción el sujeto
mantiene el peso del cuerpo sobre la pierna trasera, pasa el bate de forma
horizontal, le pega a la bola con la parte viva del bate, y mantiene la vista
en la bola hasta el contacto.
§ La fluidez: se materializa en
una acción ininterrumpida que se inicia desde la postura, el paso corto,
traslado y mantención del peso del cuerpo sobre la pierna trasera, inicio del
movimiento por las caderas, realización del swing de forma horizontal, golpeo
de la bola con la zona viva del bate, la vista se mantiene en el lanzamiento
hasta el contacto
Al analizar los
resultados de las investigaciones realizadas con sujetos en las etapas de
iniciación deportiva (niños y escolares), se aprecian ejecuciones poco
efectivas, así como en un alto porcentaje se observan poca fluidez en la
realización de la acción de batear, no mantienen el peso del cuerpo sobre la
pierna trasera, tendencia a irse hacia delante durante la realización del
swing, no realizan movimiento del swing de forma horizontal, quitar la vista y
no mantenerla en la pelota hasta el momento del contacto.
Se aprecia que al
existir dificultad en la realización del paso corto, con tendencia a darlo muy
largo, provoca no traslado y mantención del peso del cuerpo sobre la pierna
trasera, por lo que al momento de realizar el swing se van hacia adelante, elevando
el hombro delantero lo que provoca la no realización del swing de forma
horizontal, golpeando la bola por debajo y en muchas ocasiones con la zona no
viva del bate, o quitándole la vista al lanzamiento, perdiendo este.
Las deficiencias
mostradas por un gran número de sujetos significaban un desacoplamiento entre
los componentes de la acción (operaciones), determinado fundamentalmente por la
percepción no adecuada de la pelota en movimiento, lo que conlleva a la
realización de movimientos arrítmicos y faltos de reacción ante los
lanzamientos.
Si bien estos niños se encuentran en el
período etáreo idóneo para el aprendizaje motor, muchos de ellos no sólo tenían
una configuración motriz errónea, sino que la base motriz era limitada.
Estos niños no pueden
realizar ajustes de control ante los resultados obtenidos, en ellos no se ha
producido la interiorización y comprensión de los componentes dinámicos y
espacio-temporales de la acción de batear, se observan dificultades en la
interiorización y configuración de la relación movimiento-espacio-tiempo, lo
que conlleva a que se observe la acción con poca fluidez y con interrupciones,
principalmente durante la realización del movimiento de rotación-retroceso de
las caderas. En sentido general en los resultados de las ejecuciones se
aprecian como una aproximación primaria al plan de la acción.
Al analizar los
componentes operacionales de la acción, se debe tener en cuenta que sus
movimientos componentes no son un fenómeno efector puro, sino aferente-sensorial,
y que en la realización de acciones motrices complejas (de alta coordinación),
la unidad entre las correcciones conscientes sensoriales auxiliares se conforma
como aferencias regeneradoras, constituyendo la base fundamental importante del
movimiento y acción voluntarios.
·
La acción de batear debe partir de una adecuada selección del bate, que
el jugador lo sienta cómodo en sus manos, que se ajuste y lo ayude en lo
posible a su forma particular de bateo.
Es importante que el bateador escoja su
bate, lo balancee para determinar si lo siente cómodo en el mango y si le gusta
la forma de el.
En la estructuración del movimiento, el
jugador debe sentir el medio (bate) como una prolongación de su cuerpo
(percepciones especializadas), lo que le permitirá tener una mejor orientación
en la relación espacio, tiempo y movimiento.
·
En las categorías inferiores, el entrenador debe ajustar el bate al
individuo tomando en consideración el tamaño de las manos y las características
físicas; en estas categorías se deben emplear bates entre 74-84 cm de largo y 28-30 onzas de peso.
·
Un aspecto de gran importancia para el adecuado funcionamiento de la
acción lo constituye el agarre del bate, el mismo se debe sostener con los
dedos de las manos.
·
A los jugadores que realizan el agarre con las palmas de las manos se
les dificulta el trabajo de rompimiento de las muñecas, lo que provoca que se
le imprima poca potencia en el momento del golpeo.
El acto de batear se hace posible a partir de una correcta postura, de
una posición cómoda (bate perpendicular al hombro, piernas separadas al ancho
de los hombros), el peso del cuerpo repartido en ambas piernas, ligera
inclinación de las rodillas hacia dentro y la espalda ligeramente flexionada al
frente, hombros alineados hacia el lanzador, barbilla sobre el hombro
delantero, cabeza erguida para posibilitar adecuada visión, hombros relajados
para atacar con fuerza, el bate cerca del cuerpo en un entorno de 8 pulgadas
(ni muy cerca, ni muy lejos).
La posición para batear varía de un
jugador a otro, pero existen algunas características que pueden ser aplicadas
con frecuencia, el mismo debe mostrar un cuerpo en equilibrio.
Esto está estrechamente relacionado a
los reflejos de estiramiento por cambio de tensión en los músculos posturales,
la habilidad para integrar movimientos brazo‑pierna es también importante en el
equilibrio.
Existen diversos
criterios con el peso del cuerpo y su traslado.
Los entrenadores plantean que el mismo debe
estar ubicado en ambas piernas en los momentos iniciales y luego como
preparación de la acción debe ser trasladado a la pierna trasera.
Carew (1986) quien
fue siete veces campeón de bateo de Grandes Ligas habla sobre su posición
flexible (conjunto de ajustes que realizaba a la hora de batear según el
lanzador, esto daba la impresión de batear en movimiento, o sólo en el pie
delantero).
Este excelente
jugador, plantea que su posición parte desde el peso del cuerpo en el pie
trasero para permitir mayor movimiento al pie delantero y lograr mejor
traslación del peso al pie delantero durante el movimiento de golpeo.
“Mí pie trasero
trabaja como una bisagra y la pierna delantera como una puerta para hacer el
swing abierto o cerrado”.
A su vez se refiere a tres
posiciones básicas standard, abierta, cerrada.
La acción de batear
está compuesta por un conjunto de movimientos (operaciones) que permite la
interacción segmentaría, posibilitando la transferencia de movimiento, a través
de los segmentos corporales y articulaciones; durante toda la acción el balance
(Knudson, 1997) (grado de control del cuerpo durante los movimientos) juega un
papel muy importante, en un primer momento el peso del cuerpo está sobre ambas
piernas, luego, se traslada para la pierna trasera (algunos jugadores adoptan
su posición directamente con el peso del cuerpo sobre esta pierna).
Al iniciar el
lanzador los movimientos, el bateador da un paso que debe ser corto, al unísono
el tronco realiza una breve rotación interna (eje imaginario que va desde la
gorra al suelo para rotar), el trabajo activo de las piernas saca la cadera
hacia delante respecto al eje de los hombros, se produce el retraso del
implemento, esta se llama fase de concentración de fuerza (posición de
lanzamiento), aquí el bate debe estar frente al hombro de atrás.
Durante la concentración de la fuerza
el bate se mantiene en el lugar y se aprietan las manos, los hombros no deben
estar contraídos (estar relajado arriba); al dar el paso el atleta está listo
para comenzar el swing.
Al sujeto
identificar el lanzamiento y decidirse a batear la bola, el movimiento comienza
por las caderas (lo cual es favorecedor pues permite el logro de una adecuada
aceleración para que el tiro del bate sea corto) que se abren y se presentan al
lanzamiento, a partir de aquí el movimiento continúa por la espalda hasta halar
los brazos, los cuales, no están rígidos, sino “suaves” para propiciar la
fluidez del movimiento.
En el momento de golpeo lo primero que
se presenta a la bola son las manos (empuñadura del bate), para luego, bajo la
acción del trabajo iniciado por el movimiento de rotación-retroceso de las
caderas, golpear la bola con la zona de mayor contacto del bate en la zona
adecuada, acorde al lanzamiento.
Donskoi (1988),
delimita que tanto la potencia como el control, pueden lograrse mediante el
adecuado desarrollo del momento angular; el cual se expresa en la cantidad de
movimiento angular que posee el cuerpo, y se desarrolla partiendo de las fuerzas
de reacción originadas del suelo que tiende a producir una secuencia de
rotaciones corporales (piernas, caderas, tronco, extremidades superiores e
instrumento).
La rotación óptima del tronco es uno de
los resultados del momento angular.
Se ha demostrado que la rotación del
tronco está significativamente correlacionada con la velocidad del instrumento
independientemente del tipo de posición empleada o el nivel de juego.
La rotación del tronco no sólo
contribuye a la velocidad del instrumento (alrededor del 10 por ciento de la
velocidad final de mismo) sino que también se utiliza en el pre estiramiento de
los músculos del hombro para permitirles producir una mayor tensión.
La cabeza se
mantiene todo el tiempo en dirección del lanzamiento permitiendo la visión
sobre la bola hasta el momento del golpeo.
Durante esta acción, los pies trabajan
permitiendo el accionar del cuerpo, la pierna trasera rota enérgicamente
manteniendo la acentuación del movimiento, la pierna delantera se mantiene un
tanto cerrada para propiciar mayor tensión durante el movimiento (empuje de la
pierna trasera contra la delantera y bateo contra la pierna) y que las caderas
no se abran antes de tiempo, luego se extienden y rotan “suavemente”. Al
terminar el swing debe existir una diagonal del tronco con el suelo y una
ligera flexión de la pierna delantera y extensión de la trasera, dándole
continuidad al movimiento para iniciar la carrera.
Como se aprecia la
estructura del movimiento de la acción de batear necesita de una organicidad
corporal compleja, lo que determina, que es durante el proceso de formación de
la acción donde se van consolidando un conjunto de cualidades sensorio-motrices
del rendimiento que se aplican consecuentemente en la dirección del movimiento
con una finalidad determinada, constituyéndose como capacidad coordinativa, la
cual permite el desarrollo de percepciones especializadas y de las
representaciones necesarias.
Conclusiones
Durante la acción de
batear, la interrelación entre las fases del movimiento, coordinación, juega un
papel fundamental en la obtención de un resultado significativo.
La preparación del
bateador debe ir dirigida a desarrollar un buen sistema de referencias, que le
permita una ajustada correlación espacio temporal del movimiento y la
distribución adecuada en el tiempo de la acentuación del esfuerzo necesario
acorde al tipo de lanzamiento.
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